lunes, 22 de septiembre de 2014
lunes, 8 de septiembre de 2014
ANÁLISIS DE CONTENIDO: BETHSAIDA_BERLÍN
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA
ELIAS CALIXTO POMPA
UPEL
DIPLOMADO FORMACIÓN DE TUTORES DE INVESTIGACIÓN
Análisis de Contenido
Autores:
Bethsaida Narvaez
C.I 6.523.949
Berlín Cabezas
C.I 14.411.978
Docente:
Víctor
Arias
Hans- Georg Gadamer,
destacado filósofo contemporáneo, nos plantea en La actualidad de lo bello los
conceptos de símbolo, juego y fiesta para interpretar, desde una visión
antropológica, cuál es la función del arte, tanto en el marco de la tradición
como en el de la modernidad
Análisis de Contenido
El
Arte después de la “Muerte del Arte”, en el presente análisis abordaremos lo
que plantea Hans-Georg y Gadamer en su libro “La Actualidad de lo Bello”,
basándonos específicamente en la lectura de la introducción, donde se toma en
cuenta un puente ontológico que es un relativo o perteneciente a la ontología,
es decir la rama de la filosofía que estudia la naturaleza del ser en cuanto a
ser y busca determinar las categorías fundamentales de la existencia y la
realidad, en tal sentido basándonos en la lectura se pretende explicar el gran
arte del pasado y el arte moderno, ver lo antiguo y lo moderno, o más bien la
diferencia entre poesía y filosofía.
Se
considera que Gadamer quiere unir el pasado y la tradición artística con el
arte moderno, de igual manera quiere demostrar el arte como conocimiento, o el
carácter cognoscitivo del arte y así cómo justificar antropológicamente el arte
con tres conceptos: Juego símbolo y fiesta.
Primeramente
debemos definir que es “El Arte”, el término arte se deriva del Latín “ars”,
que en un principio no tenía el mismo significado que ahora, el arte es una actividad
en la que el hombre recrea, con una finalidad estética, un aspecto de la
realidad o un sentimiento en formas bellas valiéndose de la materia, la imagen
o el sonido. Según Albert Einstein, “El arte es la
expresión de los más profundos pensamientos por el camino más sencillo”
Partiendo
de la lectura de la introducción que nos
plantea Gadamer, el mismo realiza un recorrido histórico, desde los grandes
clásicos Griegos, pasando por diversos conceptos y puntos de vista trabajados
en distintas épocas de la historia Occidental, para así llegar a poder
responder preguntas de difícil resolución. ¿Existe un vínculo entre el arte del
pasado y el arte de presente? ¿Por qué es que el arte precisa, para la
sociedad, una justificación? Y para responder, apela no sólo a aquel recorrido
histórico, sino también a las diversas definiciones que en boca de distintos
influyentes personajes han tenido los conceptos tales como Belleza, Arte y Estética.
Y
termina por concluir, que vale cada palabra y cada idea de difícil comprensión,
diciendo que son tres los estadios, o los modos en que el arte y las
comunidades se han relacionado, en toda época, lugar y cultura. El
Juego, el Símbolo y la Fiesta son aquellos tres elementos que
proporcionan la relación entre dos tiempos, entre variados conceptos. La
cercanía entre un arte clásico, muerto ya según palabras de Hegel, y un arte
contemporáneo, falleciente según teóricos de la escuela de Frankfurt, o quizá
en constante transmutación a causa de su cualidad de técnica reproducción.
En
la actualidad de lo bello se plantea los conceptos de símbolo, juego y
fiesta para interpretar, desde una visión antropológica, cuál es la función del
arte, tanto en el marco de la tradición como en el de la modernidad.
Gadamer
plantea que el arte es una creación ejemplar de existencia autónoma y
satisfacción desinteresada, en donde en el arte hay un libre juego sin
conceptos previos de un artista como el genio y el receptor y que la
experiencia artística es como una experiencia antropológica, e implica tres
conceptos:
Juego: el
juego es la necesidad del hombre hay un movimiento continuo donde existe un
vaivén o un auto movimiento. Es racional porque se juega con cierto orden,
disciplina y se aplican leyes. Así mismo tiene identidad porque la obra tiene
sentido interno de coherencia interna en su lectura, así esta logra durabilidad
y apertura.
El
arte es un juego muy particular, serio, con reglas, en el que la obra deja al
receptor un espacio que tiene que rellenar. Tanto en las obras de arte
tradicionales, como en las creaciones modernas siempre hay un trabajo de
reflexión, un movimiento hermenéutico.
Símbolo: que
se indica que es como una tabilla de recuerdo usada para reconocer a alguien
que se desconoce pero que es amigo en común con otra persona, debemos tomar en
cuenta que el arte implica la función de ser remitido a lo indeterminado como
necesidad de contactar con el ser a través de un segmento que pueda integrarse.
Una
obra de arte implica la presencia de una ausencia, por lo tanto podemos decir
que es inacabada, siendo nosotros como espectadores los encargados de
completarla. Una verdadera obra de arte nos inquieta y provoca
cuestionamientos. Aporta problemas, no soluciones. Esa característica de obra
abierta va a dar lugar a diversas interpretaciones, a una multiplicidad de
experiencias estéticas, ya que una imagen puede aludir a muchos conceptos tanto
desde la observación del espectador como desde la misma representación
Fiesta: Es
la celebración, es un espacio donde se busca la integración y la participación
con todos y de todos, en un sentido amplio es un comunidad donde se rechaza
todo sentido de aislamiento y tiene un poder comunicativo. Podemos indicar que
tiene una estructura plena porque se está en todo momento allí, es tiempo que
fluye, el tiempo pleno de la fiesta pide que nos demoremos, debemos adecuarnos
nosotros a él, el tiempo total es como un organismo a donde todo está unido a
todo y tiene coherencia en sí mismo, así la estructura total de la obra se
percibe en una especie de organización o finalidad que no está dada.
Se
puede decir que en la fiesta no hay que llenar el tiempo vacío sino a la
inversa: el tiempo se ha vuelto festivo. La fiesta es un tiempo fuera del
tiempo, ofrece tiempo, lo detiene, invita a demorarnos. De igual manera una
obra de arte es una celebración, tiene su propio tiempo. Debemos aprender a
demorarnos en la obra de arte de un modo específico, elocuente, múltiple.
Cuanto más nos sumerjamos más ricamente se nos manifestará.
Gadamer,
en su libro la Actualidad de lo Bello <Introducción> propone alejarse de
la obra como algo cerrado o consolidado, para abordarla como algo en un
constante ser, en continua transición tanto para artistas creadores como para
los receptores. Lo estético que proporciona el arte es esa posibilidad de
relleno, nunca acabado del espacio del juego.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
HG,
Gadamer (1991) La Actualidad de lo
Bello. Ediciones Paidós. Iberica S:A (Introducción)
Lavelle,
L (1953) Introducción a la Ontología.
domingo, 7 de septiembre de 2014
La Actualidad de lo bello - El Arte después de la "Muerte del Arte". Por Merlys Ruiz y Edgar López
ANÁLISIS DE LA INTRODUCCIÓN DEL LIBRO: “ACTUALIDAD DE
LO BELLO: EL ARTE COMO JUEGO, SÍMBOLO Y FIESTA”
RESUMEN
“La actualidad de lo bello: El arte como
juego, símbolo y fiesta” libro escrito por Hans-Georg Gadamer (1991), establece
un pasadizo o conexión de la tradición artística y el arte moderno, en
contraposición con la teoría filosófica hegeliana de la ruptura del arte
clásico, por el romanticismo y la liberación del hombre. La introducción de
este libro fue diseñada por el profesor Rafael Argullol (España), quien
sintetiza de manera biográfica y causal, la posición de Gadamer en su obra,
denominando ésta sección introductoria como: El arte después de la “Muerte del
Arte”. Esto conlleva a determinar de forma paradójica y al mismo tiempo
pragmática: la relación entre la epistemología y el arte, para lo cual se ha
diseñado este análisis, fundamentado en el propósito de la verdad del hombre y
su existencialismo con las diferentes tendencias filosóficas referenciadas en la introducción del libro por
el Profesor Argullol.
EL
ARTE DESPUES DE LA “MUERTE DEL ARTE”
El arte después de la “Muerte del Arte” es la
introducción del libro de Hans George Gadamer “La Actualidad de lo Bello”,
realizada por Rafael Argullol, un prolífico escritor, ensayista, novelista,
poeta y profesor de la Universidad Pompueu Fabra en Barcelona, ganador del
premio NADAL en 1993. Este premio lo
conceden las editoriales y tiene gran reputación por ser el premio literario
más antiguo en España. De manera que Argullol
tiene el palmarés suficiente para sumergirse en la lectura de Gadamer como “pez
en agua”.
Explica Argullol que Gadamer intenta “trazar
un puente” entre la tradición artística occidental y el Arte moderno, a la vez
que debate entre arte (haciendo particular mención a la poesía) y filosofía, en
contraposición con los prejuicios filosóficos para demostrar que el arte se
fundamente en la capacidad cognitiva del hombre, y del conocimiento. De tal
manera que “La actualidad de lo Bello” persigue demostrar de forma filosófica
la revisión y aproximación de los supuestos adversarios, para conectar el
pasado y la tradición artística griega con la “supuesta extinción del mismo
establecida por la teoría hegeliana. La filosofía, de acuerdo al DRAE (Diccionario de la Real Academia
española), es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca
cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la
belleza, la mente y el lenguaje.
Figura 1. Gadamer su Relación Filosófica entre lo Antiguo, lo Moderno, la
Filosofía y el Arte.
Gadamer, según Argullol; indaga en la historia a fin de reivindicar el
interés filosófico de la experiencia estética, estableciendo a su vez un puente
ontológico (considerando al ser en toda su generalidad y abstracción); entre la
teoría de Hegel “tragedia y muerte del arte” con la filosofía contemporánea de
Kant. Siendo Hegel el precursor o considerado profeta del arte agonizante, el
arte clásico, nacido y madurado mediante el más perfecto equilibrio entre
materia y espíritu, suplantado por la ilustración, el idealismo del clasicismo
por el romanticismo. El desbalance a favor del espíritu se observa por el
“exceso de conciencia” del arte romántico.
Gadamer tiene en Platón y Aristóteles una base sólida para relacionar lo
estético y lo filosófico. Para hacer hincapié en el fin de la forma clásica
enunciada por Hegel, remarca el carácter distinto de la relación entre lo
divino y su presentación en el mundo griego y el mundo cristiano. Al dejar de
ser evidente el vínculo entre la forma y la verdad, el arte requiere
justificación. De acuerdo a este panorama, explica Argullol: Gadamer fija su
atención en la belleza libre y al mismo tiempo en su significado. Es importante
destacar que Kant proporciona autonomía a lo estético, por tal motivo le da
carácter subjetivo a lo bello.
Sin
embargo Gamader influenciado, no solamente de Hegel, Aristoteles y Platón, encuentra
en el trabajo de Kant, Nietzsche y Baudelaire (seguidoresde la teoría
Hegeliana) elementos a considerar en su trabajo. Tomando como base la creencia
platónica de lo ideal y lo espiritual, la conexión de lo bello y el orden, con
lo sensible y lo tangible del conocimiento sensitivo y con el arte moderno. Y
más directamente influenciado por esa conexión no concordante o contrapuesta de
la muerte del arte hegeliana, en la definición de la estética establecida por
Baumgarten; donde impulsa las imágenes del arte como ciencia e investigación,
dentro de la necesidad del saber humano y el “cognitio sensitivo” (Gadamer, 1991).
Para comprender que quiere decir Argullol con “El arte después de la
Muerte del arte”, como introducción a la “Actualidad de lo Bello” entender cada
una de las corrientes filosóficas destacadas por Gadamer, y por lo denomina “LO BELLO”, siendo no más que exponer
esa posibilidad de contradecir a Hegel en su teoría de “arte agonizante”,
siendo fundamental relacionar la estética, ósea las condiciones de la belleza
en el arte y en la poesía, con la naturaleza y por más que sea difícil hacer su
conexión con la ciencia y el significado.
En la figura 1 se representa la relación y conexión desde el punto de
vista tanto biográfico como las tendencias filosóficas relacionadas por Gadamer
con las diferentes corrientes filosóficas establecidas en su libro y referenciadas
por el profesor Argullol en la introducción del mismo:
Figura 2. Gadamer y sus influencias filosóficas
(Análisis efectuado a partir de los diferentes filósofos mencionados en su
libro “Actualidad de lo Bello: El arte como juego, símbolo y Fiesta”.
El trabajo de Gadamer confirma entonces tres
conceptos que desarrolla en su trabajo: El juego, El Símbolo y La Fiesta. El Juego
lo relaciona con el arte, sin embargo lo plantea como obra dinámica y en
constante reconstrucción-Transformación-crecimiento, planteando abiertamente su
separación de la visión cerrada e inmutable de la filosofía clásica. Que lo
relaciona con el automovimiento del hombre, su identidad y la hermenéutica del
ser. Por ello se puede interpretar que deja entredicho “el arte no ha muerto”.
Del Símbolo, se expresa de
manera semántica, concluyendo que lo simbólico no remite al significado sino
que representa el significado, ósea al reconocimiento del origen. Y en
referencia a la Fiesta, Argullol establece que Gadamer hace mención a la ruptura del presente, retorno al origen
y un despojamiento del tiempo, es decir la esencia del arte: Unión
pasado-presente, con su significado. Para lo que se puede interpretar que el
“Arte después de la Muerte del Arte” sigue siendo una versión más profundamente
centrada en el existencialismo del hombre y su “esencia” dentro del arte, como
indica al final de la introducción del Libro el profesor Argullol.
Interpretación
de la lectura en relación con la Epistemología
Es categórico indicar del libro de Gadamer, que se puede interpretar una
relación estrecha de los tres (3) elementos del arte “El juego, Símbolo y Fiesta”, con
la concepción del hombre dentro de la ciencia y la investigación. Considerando
la Epistemología como la teoría del conocimiento, que busca la verdad a través
de la experiencia y de la vivencia del hombre; y la hermenéutica (arte basado
en la interpretación de textos), esto constituye entonces la aplicación de la
capacidad cognitiva y la interpretación en base a su historia (relación
presente- pasado), de expresar en forma universal el significado a través de la
interpretación de lo bello, el arte y la naturaleza.
Desde el punto de vista epistemológico, se puede decir que Gadamer en su
libro, interpretado por la introducción del Profesor Argullol; toma la teoría
filósofica hegeliana que libera la concepción del hombre en su desarrollo
pleno; la fenomenología y lo compara en sí mismo de forma paradójica con el
conocimiento sensible. Con esta contradicción plantea que el conocimiento
depende de lo sensible, también de lo subjetivo y la dependencia de la acción
del ser humano en búsqueda de la verdad, siendo que inicialmente comprendía
solo la razón y la ley universal de las cosas. Estableciendo ese puente o
conexión de la fenomenología de Hegel con el sujeto y el objeto, el sujeto y la
autoactividad, el autodesarrollo que lo lleva al conocimiento. El conocimiento
no existe alejado de su autorealización, el descubrimiento del concepto de las
cosas y el desarrollo por el ser mismo. En este sentido el “Juego” es considerado
antropológicamente como esa tendencia innata del hombre por el automovimiento,
su autonomía y la necesidad de su identidad hermenéutica, en saber su verdad
que es el conocimiento y la investigación en su actuación.
Por otra parte, “El Símbolo” constituye ese paradigma o representación
del objeto del conocimiento, considerado cuando menciona “Lo simbólico del arte
facilita, heideggerianamente, el reconocimiento del origen” (Gadamer, 1991),
que aporta la posibilidad de que el ser humano aprenda a reconocerse a sí mismo
de forma antropológica. También se relaciona donde aplica que lo “Bello” se
expresa en las imágenes del arte, la representación del significado, su
representación y con ello su conocimiento. El tercer elemento que menciona el
arte como “Fiesta” lo establece como “celebración”, la ruptura del presente y
su relación con el pasado, asociado a las costumbres del ser humano a reunirse
y celebrar, lo cual imita la interdisciplinariedad de la investigación, la
socialización y las comunidades; todo estos aspectos constituyen en si arte.
Fundamentalmente porque la fiesta y la celebración toman el carácter de
“experiencia” de vida que abarca todos
los planos del ser humano en el tiempo durante su existencia, y las costumbres
lo relacionan con el pasado, transferencia de conocimientos, que permite
validar con ello el conocimiento a través de lo vivido.
Es concluyente del trabajo de Gadamer, que
hace su libro interesante al relacionarlo con la investigación, donde el hombre
define su actuación para encontrar respuestas a las preguntas del conocimiento;
y dado que relaciona el Arte con el conocimiento, no es posible desligarlas; el
arte es una expresión de
conocimiento.
sábado, 6 de septiembre de 2014
viernes, 5 de septiembre de 2014
Actividades Varias: EL ARTE DESPUÉS DE LA «MUERTE DEL ARTE» La actualidad de lo bello
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE
VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA
EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE
MIRANDA
“JOSÉ MANUEL SISO MARTÍNEZ”
SUB DIRECCIÓN DE EXTENSIÓN
COORDINACIÓN DE EXTENSIÓN ACADÉMICA
COORDINACIÓN DE EXTENSIÓN
UNIVERSITARIA IUTECP
DIPLOMADO FORMACION DE
TUTORES DE LA INVESTIGACION
Módulo: La Epistemología en la Investigación
Profesor: Victor Arias
Asunto: Ensayo sobre “La actualidad de lo bello”
El arte como juego, símbolo y fiesta
Autores:
Alzualde Lucy
Dorta
Maryori
Linares Buaneryis
Quintero
Yelitze
Septiembre 2014
EL ARTE DESPUÉS DE LA «MUERTE DEL
ARTE»
La actualidad de lo bello
En atención al contenido del texto en
comento, permite interpretar que el autor Hans Georg Gadamer compara la
evolución que ha tenido el arte desde sus inicios, mediante la analogía que
representa lo idealizado y estético presente en una pieza clásica, y el
contraste con lo esperado por los espectadores que asisten ante una sala de
concierto, en donde sus expectativas van más allá de lo acostumbrado. Es por
ello que Gadamer hace hincapié en el fin de la forma clásica. Porque se da
cuenta del nacimiento del arte moderno y lo reafirma cuando señala “hasta qué
punto es un certificado de nacimiento es un certificado de defunción”.
Ciertamente la tentativa de Hans Georg
Gadamer es arriesgada: nada menos que trazar un puente ontológico entre la
tradición artística («el gran arte del pasado») y el arte moderno. La
particularidad estriba en el hecho de que en La actualidad de lo bello no sólo
intenta revisar y reaproximar a los supuestos adversarios, sino que extiende la
onda de expansión del choque a la cultura moderna.
El mensaje transmitido por el autor,
permite captar la transición que debe generarse, cuando se producen cambios a
considerar en el estudio a realizar, toda vez que se visualiza el paso del arte
clásico con el arte moderno, ya que en las salas de concierto estarán otras
generaciones que tendrán otra forma de observar los hechos y por ende exigen un
proceso de adaptabilidad que satisfaga sus expectativas.
Desde este punto de vista de la labor
tutorial, resulta importante la
aplicación de las técnicas que guíen y orienten los procesos o los tipos de
investigación; no obstante, se debe mantener abierta la postura idealista del
tutor tradicional, en cuanto al nacimiento de nuevas herramientas que permitan
nutrir y complementar la investigación.
Igual pasa con el docente en el salón de
clase cuando observa que tenemos otra cultura y se está enseñando a otros
individuo con diferente formas de captar, que va más allá a la enseñada o
recibida el tutor, el cual se tiene que mejorar simplemente porque es otro
público.
Asimismo, resulta importante considerar
la teoría de Hegel, para quien el arte clásico, nacido y madurado mediante el
más perfecto equilibrio entre la materia y el espíritu; lo cual se pone de
manifiesto en el trabajo de grado a través de la interacción, sinergia y empatía derivada del proceso
tutorial entre los actores intervinientes (Tutores y Tutorados) Naturalmente, según
el autor, “la ruptura de este equilibrio, en favor del último, queda certificada
por el «exceso de conciencia» del arte romántico”, es decir, la motivación e interés manifestada por el investigador.
En este mismo orden de ideas, Gadamer,
hace hincapié en el fin de la forma clásica enunciado por Hegel, remarcando el
carácter distinto de la relación entre lo divino y su presentación en el mundo
griego (forjador de la forma clásica) y el mundo cristiano (propulsor del arte
romántico). Al dejar de ser evidente el vínculo espontáneo entre forma y verdad,
tras la Antigüedad, el arte aparece necesitado de justificación. En este punto
Gadamer amplía y matiza la posición de Hegel, elaborando lo que denominan «gran
cultura de la justificación artística», que ejerce la transición entre la
espontaneidad objetiva de los antiguos y la obstrucción subjetiva de los
modernos. Lo cual infiere la ruptura de paradigmas producto de las creencias en
los hechos de la historia.
Al respecto, tal como se destacó en el
ensayo relativo a la Epistemología en
la Investigación, en lo relativo a los Paradigmas, que representan el
conjunto de realizaciones científicas "universalmente" reconocidas,
que durante un tiempo proporcionan modelos de problemas y soluciones a una
comunidad científica. Son teorías elaboradas, bien sea sobre un aspecto
particular del universo o sobre su totalidad.
Al respecto, Miguélez, M. (2012)
sostiene que ellos vienen a representar la dinámica de la investigación
científica, que ha permitido a la ciencia y a la tecnología su desarrollo en
todas sus manifestaciones, mientras que Ríos, J. (2007) plantea un enfoque
racionalista o cuantitativo, que tiene su finalidad en una visión de la
realidad social; solo analiza y estudia los fenómenos susceptibles de medición,
su confianza se deposita en la credibilidad de la validez interna, presta mayor
interés al control experimental, la observación sistemática de comportamiento y
la correlación de las variables.
En consonancia con lo señalado por
Gadamer, existen las dos culturas del arte, la clásica o existencialista basada
en lo divino, y la moderna o racional que responde a necesidades sociales;
destacando igualmente la relevancia de la antropología como el inicio del
proceso metodológico explicativo de la variedad de raíces disciplinarias o
intelectuales, conllevando al desarrollo de lo fenomenológico, la lingüística y
la hermenéutica, entendiendo que esta última describe a la denominada teoría de
la verdad y constituye el procedimiento que permite expresar la
universalización de la capacidad interpretativa de los textos; permitiendo el
estudio de variados contextos culturales-naturales, lográndose con ello el
interactuar y compartir con los representantes sujeto y objeto de estudio.
En atención a lo cual se hace referencia
a los Procesos Epistemológicos, al considerar que en dichos procesos se
necesita conocer la filosofía que estudia la naturaleza, el origen y el alcance
del conocimiento. Ante lo cual cobra importancia el rol del Docente como
protagonista, al acompañar y guiar el proceso de enseñanza y aprendizaje del
estudiante, como protagonista principal en la construcción de sus conocimientos.
Igualmente, de acuerdo con la epistemología y sus obstáculos, tanto Foucould,
M. (2004) como Bachelard (1949) enfatizan que el acto de conocer implica desarmar
aquellos conocimientos anteriores incuestionados que se han transformado en
obstáculos epistemológicos,
Por otra parte, Gadamer es más optimista
y a partir de Kant encuentra una base estable para defender la unidad del arte.
A tales efectos, busca la experiencia antropológica del arte a través de tres
conceptos: juego, símbolo y fiesta. Para
lo cual sugiere alejarse de la visión del arte como obra cerrada y consolidada,
para aproximarse a otra visión dinámica, en donde la obra es entendida como
proceso de construcción y reconstrucción continuas. Es decir, en el contexto de
las tutorías, sería un proceso de retroalimentación continuo, que estará
enmarcada por la manera y el estilo como cada tutor o docente lleve el
conocimiento al estudiante, considerando igualmente la perspectiva del mismo, a
los efectos de generar la autonomía y el desinterés de lo estético preconizado
por Kant.
El arte como juego encarna el ejemplo
humano más puro de «autonomía del movimiento». Asimismo, para Kant el juicio de
gusto se manifiesta en el ejercicio conjunto de la imaginación y el
entendimiento y Gadamer repasa la etimología del símbolo y elige una opción
semántica que lo coloca bajo la influencia de su maestro Heidegger. Dicho en
otros términos: lo simbólico representa el significado. Si la esencia del juego
es el automovimiento, la de lo simbólico sería el autosignificado.
La cualidad de lo simbólico, está en la
capacidad de alimentar lo universal en lo particular, orientando en relación a
qué tipo de juego es el arte. El juego artístico, a diferencia de los otros
juegos de la naturaleza, busca la permanencia. Lo simbólico del arte facilita
el reconocimiento del origen, es decir, reconocer en el arte la permanencia de
lo disperso. Igualmente, el arte ofrece a Gadamer la posibilidad de introducir
el carácter de fiesta o celebración como ruptura del presente.
La experiencia estética es un «tiempo de
celebración» que nos despoja del tiempo. Un final esencialista, que representa el
único puente posible en busca de su esencia. El valor añadido de este recorrido
estriba en el hecho de que Gadamer decanta contra uno de los prejuicios
filosóficos tradicionales al reivindicar el carácter cognoscitivo del arte.
Particularmente, en lo relativo al
trabajo de grado la creación e innovación propia de la esencia investigativa
presente en ellos, debe generar en los actores intervinientes, las expectativas
y satisfacciones particulares que conlleven a la celebración de los logros
alcanzados.
BIBLIOGRAFÍA
Douze´
M. (2007) La tradición en la
hermenéutica de Hans Georg Gadamer, UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO.
(Revista CUHSO volumen 13 n° 1).
(Disponible
en: http://portalrevistas.uct.cl/index.php/cuhso/article/download/254/228).
(Revisado: 1/5/2014).
Universidad
Nacional experimental “Simón Rodríguez” (2007). La Hermenéutica y Gadamer: hacia la construcción de la ética discursiva.
(Revista Universitaria de Investigación y diálogo académico, Volumen 3, Número
3, 2007). (Disponible en : http://conhisremi.iuttol.edu.ve/pdf/ARTI000046.pdf).
(Revisado: 25/04/2014). Caracas, Venezuela.
Miguélez,
M. (2012) El paradigma emergente: hacia
una nueva teoría de la racionalidad científica. Editorial Trillas. Impreso
en México.
Rios,
J.(2007). EPISTEMOLOGÍA: FUNDAMENTOS
GENERALES. Impreso en la Universidad Santo Tomas. Santafe de Bogotá D.C.
Colombia.
jueves, 4 de septiembre de 2014
EL ARTE DESPUÉS DE LA “MUERTE DEL ARTE”
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL
LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE MIRANDA
“JOSÉ MANUEL SISO MARTÍNEZ”
SUB DIRECCIÓN DE EXTENSIÓN
COORDINACIÓN DE EXTENSIÓN ACADÉMICA
|
COORDINACIÓN DE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA
IUTECP
DIPLOMADO FORMACION DE TUTORES DE LA INVESTIGACION
CURSO: LA EPISTEMOLOGÍA EN LA INVESTIGACIÓN
FACILITADOR: PROF. VICTOR ARIAS
EL ARTE DESPUÉS DE LA “MUERTE DEL ARTE”
Hans-Georg
Gadamer
(Análisis)
ELABORADO POR:
Abreu Ivonne J. C.I. 6.365.705
Cruz Zaida C. I. 4.348.421
Padrón Argenis C. I. 3.982.192
Guatire, septiembre de 2014
El Arte después de la “Muerte del Arte” de Gadamer
Análisis
Gadamer pretende
descifrar elementos referidos al arte en todas sus dimensiones y tiempos. Se
plantea como objetivo fundamental lo que Hegel llama la “muerte del arte”,
entendiéndose esto, como el rompimiento o separación entre el arte y la
religión, sin embargo, no una separación completa, sino más bien, como un
acontecimiento que nos permita comprender la referencia que tenemos del arte
antiguo y del arte moderno. Gadamer quiere además demostrar, que el arte
también es conocimiento, por lo que a través de tres categorías de “juego”,
“símbolo” y “fiesta”, construye una definición de arte, interactuando con las
nociones de la verdad y del conocimiento. Las tres categorías aluden al hombre
y sus modos de ser, por lo que en correlación, conllevan a señalar, que el
conocimiento proporcionado por el arte, también será del hombre, de su
naturaleza y de su cultura.
Frente a la tesis de
Hegel de la muerte del arte, es necesario que ésta se explique para interpretar
la posición de Gadamer ante ella, e intentar entender la recomposición de la
ruptura entre arte y religión. En el planteamiento de Hegel que señala que el
arte ha muerto o lo que se infiere como el pasado del arte, podría
interpretarse más bien como una forma no tangible que sólo se describe,
justificándolo o explicándolo, al no existir como un elemento evidente.
Ante esa circunstancia,
el arte alcanzaría autonomía proyectándose como libre, para que los artistas
puedan presentarlo a través de las creaciones que respondan a sus propios
intereses y motivaciones. Esto podría originar incertidumbre en cuanto al lugar
que ocupará el arte, por lo que surge como necesidad legitimarlo, es decir,
extraerlo de su contexto0 propio par hacer un ejercicio de contrastación con
otros elementos y así visualizarlo desde diferentes perspectivas.
Gadamer argumenta que la
legitimación del arte, debe pasar por los fundamentos antropológicos, que le
dan base y sustento, por lo que la muerte del arte es comprendida como la
interrupción de lo divino y de lo artístico, provocada por la intervención del
cristianismo.
Por otra parte, Gadamer
en su intento analítico de mezclar el arte antiguo y el moderno, da continuidad
a la tradición artística, fundamentando la misma en la ontología, donde en
principio la trata como una generalidad y luego a través de sus propiedades
trascendentales, al señalar que todo arte es juego, es símbolo y es fiesta. Su
método apunta a encontrar lo común en lo diferente, remitiéndose a Platón.
Para Gadamer, el juego es
la idea o conocimiento elemental, es lo principal para encontrar justificados
los actos o sentimientos del otro al tratar las experiencias artísticas. Es
importante aclarar que el arte es una clase especial de juego, cuyas
características se pueden evidenciar a través de los siguientes argumentos
presentados por el autor.
El juego es una “función
elemental de la vida humana” por lo que no se puede pensar en absoluto la
cultura sin un componente lúdico. Es una condición innata del hombre el buscar
el origen del arte a través del juego. El juego se describe o implica una
alteración permanente de ir y venir sin ningún fin preestablecido, esto tiene
la forma de un automovimiento e indica autonomía de lo estético, tal como lo
preconizó Kant. “El arte como juego encarna el ejemplo humano más puro de
autonomía humana”. Se trata entonces de una racionalidad sin fines concretos
que produce una determinación del movimiento del juego, es decir, autonomía y
desinterés.
Aunque en Gadamer no se
observa expresado de ese modo, si hay claras evidencias en sus formulaciones,
que su concepción del arte está impregnada con los conceptos de automovimiento
y autorrepresentación.
También el juego en el
contexto de las manifestaciones artísticas se internaliza en el modo de ser de
la propia obra de arte, mas no, en la subjetividad del que la crea, debemos
tener presente es aquello que sucede en la propia obra de arte.
Lo anteriormente
planteado, despoja la obra de arte de su creador, mas no del espectador quien
es el que la analiza y comprende hermenéuticamente.. Es lo que Gadamer alude
con la noción de no distinción: “Es la no distinción entre el modo particular
en que la obra se interpreta y la identidad misma que hay en la obra, lo que
constituye la experiencia estética”.
Gadamer señala que con la
participación del espectador en un acto de sintetizar todas las partes que
componen una obra, se logra la verdadera construcción de ella, descifrándola de
manera precisa y dándole su verdadera significación.
Para conceptualizar lo
que es el símbolo, Gadamer señala que es la posibilidad de que cada hombre se reconozca en el arte y lo compare, el símbolo
en el arte nos sugiere la idea de una porción que busca un encuentro con el arte,
lo cual no es particular lo que se experimenta, sino lo total, con el origen de
las palabras y su interpretación de lo que es el símbolo del mundo donde se experimenta y la
posición del hombre, su existencia y su trascendencia.
Heidegger le da al arte
su exclusividad, ya que permite al hombre a través de la experiencia acceder a
él, al captar su totalidad. Gadamer sugiere examinar la obra de arte para poder
interpretarla a cabalidad, haciendo uso del método hermenéutico para su
interpretación completa, así mismo sugiere que si el juego es automovimiento,
el símbolo es autosignificado, lo cual representa lo que es el origen para su
teoría hermenéutica.
La tercera categoría que Gadamer nos presenta,
conceptualiza el arte como celebración, agasajo, fiesta, en la cual se rechaza
el aislamiento y se establece la comunicación entre todos, la celebración no
tiene una meta definida, ni propósito lo cual sugiere lo eterno, Gadamer no
cuestiona las tres analogías: juego, símbolo, y fiesta, más bien toma datos
de ellas, las define y consigue dar
respuestas a las interrogantes que han surgido sobre el arte.
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